viernes, 21 de agosto de 2009

Cortitas

Hola!! Tenía bastante material corto, decidí reunirlo y armar un post general de difrentes historias, asi que ahí va. En la semana, va un nuevo relato de mi amigo Alberto Guerrero. Disfrútenlo!!
PD: Perdón por la foto obscena...Pero la culpa fue de Piquet!!!!

Y UN DIA EL TC TOCO FONDO
Apertura del campeonato 1978 de Turismo Carretera. El peor contexto: La CDA del ACA y CADAD, curiosamente dos entes nacidos en la entidad madre, se enfrentaban ferozmente. La “guerra” había comenzado en 1974 (ver “La primera crisis” en este mismo blog) y en el ’78 mostraba su punto más crítico. La CDA planteó el inicio del TC en Mendoza, CADAD instó a sus “fieles” a no participar de la prueba. Finalmente, y gracias en parte a los 1.600 millones de pesos que el ACA anunció como premio, comenzaron a confirmar su participación algunos pilotos....Carlos Pairetti, quien haría debutar un flamante Dodge 1500, Ricardo Moreno (Falcon), Jorge González Correa (Dodge GTX), Carmelo Palazzo (Falcon), Luis Nanzer (Torino) y Angel Solomita (Dodge 1500). 7 pilotos. Evidentemente, la categoria entraba en su peor crisis, la que derivaría en la autofiscalización poco tiempo después (ver también en este blog).
Los 7 entusiastas no se preocupaban por el parque. Querían correr. Pero el reglamento era claro: para que la fecha sea válida, debía haber como mínimo 8 inscriptos. Los dirigentes, ya en Mendoza, salieron ellos mismos a buscar pilotos, y lograron el “si” de Jorge Raul Cerruti, quien participaría con un Torino que utilizaba habitualmente en los zonales, de 4 litros de cilindrada....Fuera de reglamento, pero fundamental para poder concretar el evento.
Se plantearon 3 series a 9 vueltas, y final por suma de tiempos. González Correa ganó la primera, en la que Pairetti quedó a 3 vueltas del vencedor. En esta batería largaron los 8 vehículos, pero abandonaron con problemas insalvables Solomita, Palazzo y Alberto Nanzer. Solo 3 autos iniciaron el segundo parcial, que fue ganado por “Il Matto” logrando descontar una de las 3 vueltas que le llevaban Gonzalez Correa y Cerruti, escoltas en ese orden.
En una jornada que ya era lamentable en todo aspecto, en la tercera serie Pairetti descontó los dos giros que le faltaban y se adjudicó la primera fecha de 1978, en Mendoza y sin dudas la más triste de la historia del TC. González Correa fue 2º, y Cerruti, el tercero, fue desclasificado por técnica, como era de esperarse. Encima, el crédito local se ganó el abucheo de la poca gente presente. ¿Cómo siguió la historia? El TC de la CDA no volvió a intentar correr. En el de CADAD, Juan María Traverso se adjudicó su segunda corona en la especialidad, a bordo del Falcon oficial.
“La política continúa dominando al automovilismo argentino, y lamentablemente los dirigentes de la actividad son tremendamente apolíticos para gobernar la misma”, escribió Jorge Fernández Morano en la edición de Corsa. Una frase que resume todo y que, sorprendentemente, no sirvió para hacer autocrítica ni aprender de la experiencia...Algunos años después, fue el Turismo Nacional el que concretó una fecha en Rosario con menos de 10 autos, mientras se gestaba el “pase” de la categoría a la ACTC para su fiscalización.....
Pairetti, ganador con el VW 1500El Torino de la discordia
OTRA VEZ RUIDO INTERNACIONAL
Fines de 1992. Ernesto Bessone ya había perdido increíblemente el campeonato de TC2000 a manos de Juan María Traverso, quien además lo acusaba de querer matarlo mientras interiormente se reía y pensaba “Si era yo, te pegaba de lleno, nada de arrepentirse a último momento”. El TC lloraba a Roberto José Mouras, inmolado en Lobos. La Fórmula 1 habia sido testigo de la demorada coronación de británico Nigel Mansell, quien pudo lucirse sobre un Williams al que puede mencionarse como el mejor F1 de la historia. Argentina parecía querer recuperar el terreno perdido en lo que a automovilismo internacional se refería, y lograba: Luego de muchas negociaciones, la noticia rezaba que la Fórmula 3000 Internacional se presentaría en el “Oscar Gálvez” de la Capital Federal. Una carrera fuera de campeonato, pero con buena presencia local de pilotos y la chance de ver autos de 480 HP, algo que no sucedía hacía varios años.
Jose Froilán González y Juan Manuel Fangio presentes, como no podía ser de otra manera. Recorriendo boxes, Guillermo Maldonado, René Zanatta, Daniel Cingolani, Oscar Fineschi, Jorge Omar del Río (colaborador de la transmisión televisiva como comentarista), Luis Belloso, Enrique Benamo, Pablo y Emilio Satriano, Gustavo Sommi, Osvaldo Antelo, Luis y Marcos Di Palma, Edgardo Fernández, Tulio Crespi, Mario Biaggini, Juan Carlos Giacchino, Néstor Gurini (estos dos últimos conduciendo vehículos de asistencia rápida) y el propio Bessone, intentando explicar lo inexplicable a quien le preguntaba algo sobre aquel mediodía en Tucumán.
En pista, Gabriel Furlán, José Luis Di Palma, Alejandro Pagani, Guillermo Kissling y Fabían Malta. Di Palma resultó el mejor clasificado de los argentinos, 5º. Ganó Andrea Montermini, quien posteriormente tendría su chance en F1, al igual que Emanuel Collard, 2º en la contienda. Participó también Yvan Muller, ahora en el WTCC y por aquel entonces campeón de la F2 Británica.
Como curiosidades cabe mencionar que el público le dió la espalda a la fecha; corrió una mujer, Mercedes Stermitz, austríaca y de curvas irresistibles; y luego de ver la respuesta de la afición argentina quedó claro que en 1993 no había chance de tener fecha....Para ver a la F1, que era lo que la gente esperaba ansiosa, hubo que esperar hasta 1995. Alejandro Pagani
Nestor Furlan

EL AÑO DE LA EXPORTACION
1995. El país vivía una verdadera primavera económica (falsa o no, fue así), y eso se tradujo en que la legión de pilotos por las pistas del mundo se incremente en cantidad y calidad de logros. 12 jóvenes se lucieron en las pistas de Europa y Estados Unidos, a saber:
Norberto Fontana: Fue campeón de la Fórmula 3 Alemana logrando 10 victorias en 16 carreras, y se impuso en el Masters de F3 en Zandvoort. Como si fuera poco, probó el Sauber de F1 en su condición de tester de la escudería..
Esteban Tuero: Campeón de la Fórmula 2000 Italiana, con 5 halagos en 8 pruebas. Fórmula 3 Italiana, 8 fechas, una pole position y un tercer puesto.
Luciano Crespi: Subcampeón de Fórmula Ford 1800 de Suiza con 2 victorias. 5º puesto en el festival de Fórmula Ford 1800 en Inglaterra (participan todas las FF del mundo)
Waldemar Coronas: Subcampeón de Fórmula 2000 Italiana. 2 triunfos.
Adrian Hang: 4º en el Campeonato Italiano de Fórmula 2000, con dos segundas plazas como mejores resultados.
Jorge Recalde: Subcampeón de la Copa Fia Grupo N del Rally Mundial, con un Mitsubishi Lancer. Ganó el Rally de Argentina
Oscar Larrauri: 10º puesto en el campeonato italiano de Superturismo
Sergio Alaux: 7º en el campeonato italiano de Fórmula Europa Boxer
Leandro Larrosa: 10º en el certamen de la categoría estadounidense Barber Dodge Pro Series
José Luis Di Palma: 14º en el campeonato estadounidense de Indy Lights
Gastón Mazzacane: 17º en el campeonato italiano de Fórmula 3.
Juan Manuel Fangio II: Debutó en Indy Car reemplazando a Danny Sullivan, su mejor resultado fue un 7º puesto
Si a ellos le sumamos a Brian Smith, quien comenzaba su experiencia en la F3 Inglesa; Mauro Fartuszek, listo para la Barber Dodge; Sebastián Martino, confirmado en la Fórmula Tom`s; Víctor Rosso, experiente que iba al Campeonato Japonés de Turismo; Ricardo Risatti, con una experiencia en el Masters de F3; y la legión compuesta por Luis Delconte, Alejandro Spinella, Fabián Hermoso y Facundo Gil Bicella, quienes corrieron las “24 horas de Daytona”, no caben dudas que aquel 1995 fue el año soñado en cuanto a participación argentina en el exterior. Todo gracias a esa “falsa” realidad...Y esta, 14 años después, ¿es mejor? Esteban TueroJose Luis Di PalmaSergio Alaux
Juan Manuel Fangio II

PRIMEROS PASOS DEL “REY DE LA POLE”
La sensación del año en el automovilismo argentino es, sin dudas, José María López. Poleman casi todos los sábados, serio aspirante en los tres torneos en que participa, eje de alguna polémica, autor de varias buenas maniobras y otras no tan buenas (ni lícitas). En definitiva, el cordobés es un enorme piloto, que está destinado a escribir historia importante en las páginas del automovilismo argentino, y tal vez internacional. Pero..¿Que era de la vida de “Pechito” en 1995? Dominaba la clase Pre Juniors en el Argentino de Karting, habiéndose impuesto en Neuquen y Misiones. Sobresalía por su manejo y profesionalismo: Walter Bosano lo preparaba deportivamente, el profesor Lunari se ocupaba de su entrenamiento físico de lunes a lunes. De ese modo, explotaba al máximo el kart que le entregaba el equipo de Miguel Acuña, y eso le valía obtener los primeros halagos sociales, como ser designado deportista ilustre de Río Tercero y también Deportista del Año por la Municipalidad de su ciudad.
“Pechito” ya era su apodo, tenía 12 años, y sus pasos los seguían de cerca papá José María y mamá Mabel, siempre junto a la joven promesa. Incluso en Montecarlo, donde el pequeño piloto representó al país en el Grand Prix de Karting en Octubre del 95.
Un año antes había sido campeón de kart en tierra, peleando hasta el final el Provincial, y la apuesta era fuerte en el nuevo año: se adquirió el karting campeón del mundo, de Nicola Gianniberti, se planteó la presencia en el Campeonato Paulista (Brasil), además del Argentino y el Gran Premio de Mónaco. Su padre formo el Argent-Kart Racing, un equipo diferente donde se le prestaba atención a aspectos puntuales como la sicologóa, la nutrición y el asesoramiento familiar, y el codobés era puntal de esa escuadra, a puro talento. Todo estaba dado para formar al “Rey de la Pole” que hoy conocemos....Continuará.... Estampa de piloto, desde niño
"Pechito" y el "1", una idilio que nació hace varios años

LA VUELTA DE V8
No. No se trata de la banda icono del heavy metal autóctono, liderada por Ricardo Iorio, que hizo sacudir las largas melenas de los metaleros a principios de los `80. La historia cuenta que en la década del `90, los motores V8 volvieron al automovilismo argentino. El TC los había abolido en la década del `70, la Fórmula 1 Mecánica Nacional sucumbió en 1978, y ya bien entrados los 90 recuperaron escena gracias al Gran Turismo Argentino, categoría que emulaba los autos del Stock Car Americano y llegaba al país de la mano de un grupo de dirigentes y empresarios, quienes encargaban a Gustavo Donadío el diseño de las unidades, en tanto la construcción estaba a cargo de los hermanos Colombini. Motores Ford, Chevrolet y Dodge de casi 6 litros de cilindrada, importados de USA y alistados por Ed Ash, experto americano en ese tipo de impulsores. Chasis tubulares, con carrocerias de fibra plástica, caja de 5 marchas, carburador de 4 bocas Holley y 450 HP. La propuesta era cautivante...
Los primeros ensayos estuvieron a cargo de Fernando Croceri y Miguel Angel Guerra, quienes bajaron los tiempos del TC2000 en dos trazados. Roberto Argento, mentor del proyecto, se mostraba esperanzado con la nueva serie, que planteaba, además de potencia, costos bajos de mantenimiento: se preveía una cifra menor a la necesaria en el Turismo Clase 3 por fecha, lo que sin dudas era auspicioso. El antecedente más próximo en la historia era el Club Argentino de Pilotos, aunque en este caso la elevada cifra de HP y la alternativa de poder competir con alguna de las tres marcas representativas del TC tenía un valor agregado. En Buenos Aires, se hizo una presentación para la prensa, y Alberto Oscar Juárez, de Campeones, pudo testear el auto. Todo era expectativa, hasta que en 1997 la categoría, ahora denominada Gran Turismo Americano, vió la luz. Las carreras eran buenas, pero no se lograba captar al aficionado. Gastón Aguirre fue el parámetro absoluto de su corta historia, aunque ese detalle vale repasarlo en un post especial, como también los por qué de la desaparición del GTA, que terminó corriendo con la denominación “Gran Turismo V8” y fiscalizada por la CDA (la versión original era regulada por la ACTC), con apenas 5 autos. Lo concreto es que una tarde, en Buenos Aires, con un verdadero mundo de gente en boxes, el primer GTA, un Chavrolet Lumina decorado con los colores del ídolo del Nascar Richard Petty, dió sus primeros pasos. La expectativa era total, pero....
El Gran Turismo Argentino en su presentación "oficial", en Buenos Aires

FEMMES FATALES
En 1994, el “sexo débil” pisó fuerte en el automovilismo argentino. Si bien ya se registraban varios casos de mujeres participantes en carreras de autos, jamás se había concretado la creación de una Copa de Damas, más allá de la edición año tras año de “Mujeres Fueguinas” en el sur argentino, algo que también merece un post aparte y muchas horas de búsqueda de material...En definitiva, en los primeros meses del año mencionado la Copa de Damas se convirtió en una realidad: en Buenos Aires, se disputó la primera fecha del torneo femenino, que tuvo como ganadora a Marisa Panagópulo, eximia kartista y que luego llego a correr en el mismísimo Turismo Carretera. Entre las participantes, sobre Nissan Sentra 1.6, se destacaron Cinthia Akel, Alejandra Bessone (esposa de “Tito”), Delfina Frers, Shantal Kazazian (chilena), María Hanhcik, Karina Furlán, Claudia Teatini (posteriormente pareja del desaparecido Martín Salaverry) y Roxana Tardito, sólo por mencionar las que se destacaron rápidamente. El ideólogo de la categoría fue Carlos Akel, ex presidente de la APTC2000, ex preparador de TC2000, y ahora ex mentor de la Copa de Damas. Sin dudas, un personaje EXperiente del automovilismo...Panagópulo fue campeona, y dos años después se reemplazó el modelo de auto por el Hyundai Accent. En esa etapa se dió el debut de Ianina Zanazzi y Paola Traverso, quienes incursionaron luego –en el caso de Ianina con mucho éxito- en el Turismo Nacional y las Fórmulas Renault y Súper Renault respectivamente; y también se realizaron carreras de dos pilotos, con invitados masculinos de renombre. Mientras duró (muy poco, como tantas otras categorías) fue atractiva. ¿La más linda? Tres: Zanazzi, Traverso y Guadalupe Olivera, lejos del resto.... La ganadora y el organizador: Marisa Panagopulo y Carlos AkelPrimera largada de la Copa de Damas

LAS TRAVESURAS DE NELSIÑO
En 1997 hacía ya algunos años que Nelson Piquet se había retirado de la práctica del automovilismo. Campeón de la F1 en 1981, 1983 y 1986, el brasileño descansaba luego de tantos años de competencia extrema y ya planeaba los pasos a seguir de Nelson junior, su hijo. La Fórmula 3 Sudamericana pasaba un buen momento: era sin dudas un gran semillero, especialmente para los brasileños, que la tomaban como tal, tenía buenos equipos, pilotos y un parque excelente, con argentinos, brasileños y algún uruguayo compartiendo pista.
Nelson quiso volver a competir, al menos por una carrera. Eligió la F3, en el equipo de Amir Nasr, y se presentó en la fecha de Brasilia. ¿El resultado? Es intrascendente. Si, porque Piquet se encargó de ser noticia antes de que se dispute la carrera: mientras su auto, rojo y azul, esperaba en su cajón de la grilla, una esbelta promotora rubia comenzó a desfilar alrededor de el. La chica representaba a Arisco, pero había que observarle la gorra para darse cuenta, ya que estaba totalmente desnuda, solo posada en sus zapatos blancos....Hasta la revista Autospint italiana dedicó su tapa al hecho, que no tuvo buenas repercusiones en el mundo. El título de la publicación fue “Piquet no cambia más”. Años después, en el 2002, Argetina tuvo su versión del hecho. Lamentablemente no fue ninguna rubia la que exhibió sus atributos, sino el cordobés Marcelo Bugliotti, quien debido a su carácter jocoso y lo que se pudo ver ese día se ganó un curioso mote: “Mucha dinamita y poca mecha”...Eso, aclaro, no será motivo de ningún post.

Sin palabras....

lunes, 17 de agosto de 2009

Años de tres hermanos

Las dieciseis carreras de Turismo Carretera de 1958 arrojarían un nuevo campeonato para Juan Gálvez, el cuarto consecutivo y octavo de su cosecha. Pero la primera carrera de ese certamen mostró en lo más alto del clasificador a un Gálvez que no era ni Juan ni Oscar: Roberto, tercero de la dinastía, vence en Olavarría para marcar en aquel ejercicio un hecho difícil de repetir: los tres hermanos alcanzaron éxitos en el TC.Juan se impuso en la Vualta de Santa Fe, en la Mar y Sierras, la Vuelta del Oeste y el Gran Premio Argentino. Por su parte, Oscar vence en la Vuelta Sierras de Córdoba, en la Vuelta de Hughes y en Tres Arroyos. En esta última, Oscar acaricia el récord de veloidad de la categoría, convirtiéndose en su victoria más resonante del año. Merced al mayor recorrido de Juan, este se coronó campeón más allá de que Oscar haya ganado una prueba más. Los hermanos establecieron el 1-2 en el certamen, mientras que Roberto nunca más volvió a adjudicarse una prueba, quedando en la historia en ese 1958 por debutar como ganador y por contribuir a “armar” el tridente de Gálvcz ganadores, algo tardó 48 años en repetirse en la historia del TC: en el 2006, Marcos, José Luis y Patricio Di Palma ganaron en Paraná, 9 de Julio y Rio Gallegos respectivamente para reiterar la hazaña de los Gálvez, demostrando, por si hacía falta, que su apellido también es fierrero de pura cepa.

La primera gran crisis

Luego de varias décadas de crecimiento sostenido y éxito absoluto, el automovilismo argentino se sumergió en una profunda crisis en 1974. ACA, CADAD, CDARA, FAPAC...Esas siglas, todas, eran responsables de los destinos de la actividad ese año, y como reza el popular dicho, “muchas manos en el plato hacen garabato”.. Guerra de intereses, que comenzó más o menos así: El ACA (Automóvil Club Argentino), no sólo es una entidad organizadora de competencias automovilisticas. Por eso, en aquel 1974 creó CDARA (Comisión Deportiva Automovilística de la República Argentina) para que este sub-ente maneje todo lo concerniente al automovilismo deportivo.¿Por qué esta creación? Es una larga historia. Antes que CDARA existió la CDA (Comisión Deportiva Automovilística), pero empezaron a surgir inconvenientes originados en que el ACA a través de la CDA tenía un 51% de representación, en tanto la CDA contaba con un 49% merced a la participación en ella de clubes organizadores de carreras, por lo que esta cifra determinaba una minoría anárquica en el funcionamiento del ente. La problemática comentada termina dando paso a CADAD (Confederación Argentina de Automovilismo Depotivo), que presentaba como novedad la fragmentación del país a través de federaciones regionales organizadoras de carreras, siendo una de estas organizadoras el propio ACA. ¿Difícil? Si, mucho, Tan complicado es que, por ejemplo, CADAD era un organismo perteneciente al ACA, pero a la vez el ACA estaba subordinado por CADAD como club organizador...Encima, de ese modo el ACA pierde el porcentaje que ostentaba cuando regía la CDA, pasando a representar la treceava parte de la nueva organización automovilística. Los pilotos no tenían participación alguna, siguiendo el ejemplo de la FIA, pero se decide que en CADAD haya una federación de pilotos, la que se denomina FAPAC. Para delegar tareas, también se forman comisiones asesoras, conformándose una organización que parecía ser la evolución de sus antecesoras, más allá de tener varias cosas por pulir. Sin embargo, los primeros problemas surgieron con FAPAC, presidida por Juan Carlos Spada, quien comenzó a confrontar al Comité Ejecutivo de CADAD por diferentes temas, sobresaliendo los relacionados al Turismo Carretera: premios, reglamentos y demás eran eje de constantes polémicas. Poco despúes, los pilotos se dan cuenta de que es inútil disertar con CADAD, y comienzan a manejar algunos aspectos de las carreras por su cuenta, como ser los comisariatos. Ahi surge CDARA como “árbitro” de esta puja que derivó en una crisis nacional del automovilismo, con pruebas en el interior del país con dos comisarios deportivos y técnicos, sin saber los protagonistas que órdenes acatar. En definitiva se acepta cambiar el reglamento de TC, eje de toda la polémica, pero CADAD se opone, por lo que CDARA no reconoce a CADAD, el ACA le da la derecha a la nueva organización y le quita el poder a CADAD, desatándose a partir de allí una verdadera batalla legal entre los entes. El ACA delegó demasiado poder, y luego lo lamentó. Explicada a grandes rasgos la disputa, vale ahora si meterse en los efectos que la misma generó en el automovilismo local. Se paralizó la actividad un largo tiempo, con lógicos prejuicios deportivos y económicos. Los pilotos amenazaron con una huelga en caso de no resolverse el tema, y de eso derivó la autofiscalización, que estrenaron antes que nadie la Fórmula Entrerriana y la Fórmula 1 Nacional. Esta historia continuó en 1979 cuando una nueva crisis determinó que el Turismo Carretera se autofiscalice a través de la ACTC, allgo que a su vez derivó en un nuevo conflicto importante en el 2001: la CDA había perdido bastante poder de manera directamente proporcional a cómo la ACTC lo ganó, por lo que se prohibió a los pilotos licenciados en el ACA correr en categorías de la ACTC, además de exigir la vuelta del TN a Avenida del Libertador y la promesa de que no se recibirían más categorías en la calle Bogotá para ser fiscalizadas.