viernes, 4 de septiembre de 2009

Aquellos buenos desafíos entre valientes

Un verdadero clásico en las décadas del 70 y 80 fue el Desafío de los Valientes, carrera reservada para los mejores pilotos del país que se desarrollaba sobre vehículos de la marca Fiat, con leves mejoras respecto a su prestación standard. Con disputas en pista y tierra, la competencia fue ganando seguidores en cada realización, como también prestigio entre los participantes. La casa italiana auspiciaba cada año el encuentro, que también le servía para promocionar su último modelo.En 1970 se inició la historia del Desafío en la provincia de Córdoba, con el Fiat 1600 como protagonista y Eduardo Rodríguez Canedo vencedor luego de ser el mejor en el trazado Carlos Paz-Mina Clavero. El éxito de la prueba derivó en que en 1971 se repita, con el mismo auto y en el mismo escenario, repitiendo victoria el “Chino” Canedo.En 1972 la carrera sufrió la modificación reglamentaria que sería la más utilizada hasta su realización póstuma: se plantearon dos carreras, una en el dibujo cordobés ya utilizado y otra en el autódromo de Buenos Aires. En el primer “round” venció, sobre un novel Fiat 125, una de las revelaciones del momento, Jorge Raúl Recalde. Luego, en pista, Oscar “Cacho” Fangio se llevó los laureles. La “vedette” de 1973 fue el Fiat 128 IAVA, un vehículo de alta prestación que enamoró eternamente y a primera vista a sus cultores. El Desafío de ese año tuvo una sola disputa, en el autódromo sanjuanino “El Zonda” y con triunfo para José “Pepe” Cano, experiente piloto del Turismo Nacional. Hasta allí llegó el que podría denominarse como el primer ciclo del Desafío de los Valientes. Crisis deportivas, políticas y económicas mediante, la carrera dejó de realizarse en 1974, y a través de los años parecía que aquellos encuentros de valientes serían sólo un recuerdo.Sin embargo, en 1987 el ambiente automovilístico recibió con alegría la noticia de la vuelta del Desafío de los Valientes. Con Fiat Regatta 85, la provincia de Córdoba volvió a ser epicentro con el formato de dos etapas, en tierra y asfalto. La primera, disputada en un tramo de montaña entre Copina y Cuesta Blanca, fue para Ernesto Soto. La segunda, con cita en el “Oscar Cabalén” de la provincia mediterránea, quedó en poder de Alberto Baldinelli. Por suma de tiempos, innovación de la reentré del Desafío, el vencedor fue Soto. Participaron Rodríguez Canedo, Eduardo Casá, Gastón Perkins y Eduardo Copello, pilotos que ya estaban retirados de la actividad (posteriormente Canedo volvió al TC). Juan María Traverso fue el mejor “pistero” en la montaña, presagiando lo que concretaría un año después...Varios pilotos corrieron con indumentaria sport, no con buzo antiflama. Nadie les objetó la vestimenta...José Ceccheto fue autorizado a correr con una mano vendada, producto de volcar en los días previos mientras reconocía el tramo de montaña. “Cocho” López y Traverso se tocaron, y así comenzó un duelo muy particular entre ellos, que se extendió al TC2000, donde ambos eran pilotos Renault...Soto era piloto oficial del “rombo” en TC2000, y también competía en Rally. El premio al mejor piloto fue suyo inobjetablemente, y estaba bien. La carrera tuvo una difusión más que interesante, y eso potenció la chance de continuidad de la misma.En marzo de 1988 comenzó la edición de ese año del Desafío, con el modelo Duna SCV. Primero la cita fue en el Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, en el circuito 9, con 21 pilotos participantes y 15000 personas en las tribunas. Además, ese fin de semana se concretó la última carrera hasta el día de hoy reservada para “No ganadores y debutantes” del Turismo Carretera, en la que salió de perdedor Vicente Pernía (ampliaré este tema próximamente). Corrió Carlos Reutemann, quien de ese modo volvió a competir luego de casi tres años, cuando participara en el Rally de Argentina como piloto oficial Peugeot y sobre un Peugeot 205 Turbo 16. Silvio Oltra fue el ganador en pista, pero recibió un recargo de un minuto por un autazo a “Cocho”, por lo que en definitva se impuso Miguel Angel Guerra, seguido de Traverso, López, “Tito” Bessone, Fernando Croceri (punteó y fue tocado por Baldinelli), Mario Stillo, Roberto Mouras, Ernesto Soto, Miguel Degiovanni y Jorge Bescham en los diez mejores lugares. Reutemann fue 13º, relegando a los teceístas Emilio Satriano y Oscar Castellano. Una semana después, la cita fue en el circuito “El Pato” de Villa Carlos Paz. El pronóstico previo indicaba que allí se lucirían los pilotos de rally, y en definitiva ellos fueron los que se llevaron casi todo....Si, casi. Porque la victoria fue para Traverso, en el que sin dudas es uno de los grandes hitos de su extensa y exitosa trayectoria. Ante 9000 personas que confirmaban plenamente que el Desafío era lo más seguido del automovilismo local luego del TC y el TC2000, el de Ramallo se impuso después de batir a Reutemann en octavos de final, Grasso en cuartos, Torras en semifinales y al propio Gabriel Raies en la finalísima. Cabe señalar que Guerra, el mejor no-rallysta de la clasificación a excepción de Traverso, fue 7º. Soto, 5º, ya había dejado el TC2000, por lo que del 2º al 6º de la general eran todos conocedores de la técnica de circular en tierra y barro. Finalmente, las posiciones generales mostraron la victoria de Traverso, seguido por Guerra, Soto, Bescham, Croceri, López, De Giovanni, Grasso, Raies y Stillo.El éxito de la realización derivó en que en 1989 se concreten dos Desafíos. El 4 de Marzo de 1989 se corrió en el “9” de Buenos Aires, con Fiat Uno. 21 participantes, y nuevamente buena respuesta del público: 12000 personas en las gradas del autódromo, que estaba presto a llamarse “Oscar Gálvez”. Ernesto “Tito” Bessone superó a Carlos Garro y Juan María Traverso para imponerse en la parte inicial. Con respecto al “Flaco”, su participación estuvo en dudas hasta horas antes de comenzar los entrenamientos por no poder llegar a un acuerdo con el dinero que percibiría, algo que finalmente llegó a buen puerto...Juan Carlos Giacchino fue 4º, y detrás se encolumnaron Oltra, Jorge Ohyanart, Guillermo Maldonado, Mario Stillo, Gabriel Raies y Jorge Bescham. La segunda parte de esta realización tuvo lugar en Bosque Alegre, Córdoba, cerca de Alta Gracia, con 15000 almas presentes. Garro se impuso merced a batir a Bescham, imponiéndose así en la general y dejando atrás a Bessone, que fue eliminado en cuartos de final en esta instancia. Mario Stillo fue 3º, Bescham 4º, Raies 5º, Maldonado, Soto, Oltra, Guillermo Romero y Degiovanni cerraron los 10 más valientes. Traverso se golpeó cuando estaba presto a darle lucha a los rallystas, como sucediera un año atrás.Posteriormente, en Noviembre, la carrera cambió de formato y nombre: Pasó a ser el “Encuentro de los Famosos”, y se planteó hacer dupla entre un piloto actual y uno retirado. De ese modo, las duplas que se formaron resultaron más que atractivas. Carlos Reutemann con Carlos Menem, por entonces Presidente de la Nación, Carlos Garro y Gastón Perkins, Hugo Olmi-Rolo de Alzaga, Gabriel Raies-Benedicto Caldarella, Paco Mayorga-Carlos Marincovich, Silvio Oltra-Miguel Bonanno, Ruben Daray-Viale, Guillermo Maldonado-Jorge Ternengo, Ricardo Zunino-Migliore, Jorge Bescham-Cascote Juarez, Massey-Juan Manuel Bordeu, Néstor García Veiga-Galluzi, Jorge Omar del Río-Eduardo Casá, Esteban Fernandino-Carlos Loeffel (con un ingenioso dispositivo para que pueda embragar), Pascualini-Arias y Bessone-Bessone. El auto, Fiat Duna SCX, otro modelo “picante” de la marca. Esta vez ambas competencias se desarrollaron en autódromos. primero en el de La Rioja, luego en Buenos Aires. En el primero ganó Jorge Bescham después de dura batalla con “Tito” Bessone, en tanto que Carlos Garro mantuvo la racha comenzada en marzo y sobre el Fiat Uno. En el “Gálvez” vencieron Gastón Perkins y Carlos Reutemann, ambos en destacada muestra de sus condiciones intactas, en las series; en tanto la final por suma de tiempos quedó en poder de Garro y Perkins, seguidos de Rutemann-Menem (el presidente no manejó, pero fue copiloto de “Lole” en ambas pruebas, por lo que corrió en desventaja en relación al resto), Bescham-Juarez, Olmi-De Alzaga, Maldonado-Ternengo, Maorga-Marincovich, Oltra-Bonanno, Daray-Viale, Garcia Veiga-Galluzi y Pascualini-Arias. La general por suma de tiempos fue para Garro-Perkins, escoltados por los binomios de Reutemann y Bescham. La cita volvió a ser de gran nivel, pero curiosamente esta vez el público no acompañó. No había sido un año muy feliz para los argentinos, con inflación minuto a minuto y un cambio de presidente abrupto. No obstante, el Desafío parecía estar totalmente afianzado dentro del calendario deportivo automovilístico. Sin embargo, esa edición de fines del ’89 fue la última realizada. Fiat sacó muchos modelos más, pero decidió incursionar oficialmente en Rally y TC2000, dejando así de lado la clásica carrera. Hoy, 20 años después de aquellas citas en La Rioja y Buenos Aires y analizando la rica historia de la carrera, la reflexión es una sola: que vuelvan este tipo de eventos, donde prevalece lo deportivo y los intereses quedan de lado, donde se mide con justa vara quien es el mejor, en los que no hay sponsors ni dirigentes que sugieran el mejor resultado...¿Alguien se animará a reflotarlo?
El "Chino" Canedo sobre el Fiat 125, en el segundo DesafíoRolo de Alzaga a bordo del Fiat 1600, en la primera edición de la carrera
Ernesto Soto sobre el Duna en el circuito "El Pato", el día de la hazaña de Traverso

Juan María Traverso y el Regatta, el modelo que marcó el retorno del Desafío al calendario automovilístico

El "Flaco" sonríe luego de una de sus grandes proezas: vencer a los rallystas en la montaña, con el Fiat Duna y en 1988


Otra vez Traverso, en la montaña y con el Regatta.

Los Regatta en el "Oscar Cabalén" de Córdoba

Parque cerrado de los Duna en Córdoba

"Tito" Bessone también inscribió su nombre en el historial de ganadores, en Buenos Aires y con el modelo Uno
Lucha puerta a puerta en el autódromo de La Rioja, con los Duna SCX. Esa fue, hasta el momento, la última realización del Desafío.

Los Duna SCX en Buenos Aires, carrera en la que se lució Carlos Alberto Reutemann

El Duna de Reutemann y Carlos Saúl Menem, por entonces Presidente de la Nación que ofició de copiloto de "Lole"