lunes, 13 de julio de 2009

El descubrimiento de América

Habiendo desaparecido el Sport Prototipo en la década del 70, a la vez que la Fórmula 1 Mecánica Nacional pasaba a ser una categoría de culto, con sus incondicionales corriendo en Estancia Chica, Buenos Aires o Dolores, con pocos autos, sin figuras y sin público, la “posta” en cuanto a monoplazas en Argentina quedó en poder absoluto de la Fórmula 2, aquella que tantas veces había oficiado de partenaire de la F1 y de la que habían surgido valores de la talla de Osvaldo Bessia, Carlos Reutemann, Chiche Caldarella, Miguel Angel Guerra y Osvaldo Abel López, entre otros. Ahora llamada Codasur, la F2 nucleaba los mejores volantes autóctonos e invitaba a los destacados del continente a integrar sus filas, algo que hacían Leonel Friedrich (Brasil), Pedro Passadore (Uruguay), Jorge Koechlin (Perú) y varios más que soñaban con ser los “reyes” de sudamérica en la que sin dudas era la expresión automovilística más importante de la región. Así dadas las cosas, a mediados de los ’80 surgió la que parecía la gran chance de la F2: convertirse en la Fórmula 3 Sudamericana. En el viejo continente polulaban las F3 de cada región, siendo esas expresiones altamente respetadas en lo que a formación de nuevos valores se refiere, por lo que la moción era muy atractiva y planteaba un desarrollo en cuanto a varios aspectos. Exportación de pilotos , ingreso de mejor tecnología y posibilidad de “internacionalizarse” en cuanto a circuitos eran las más salientes, y por otra parte la F2 consideraba que ese reconocimiento era justo premio a una historia muy rica y un presente impecable.
Habría muchísimo que analizar para explicar por qué esa categoría brillante hoy es un grupo de autos sólo con pilotos brasileños, que corre en circuitos brasileños y que tiene importancia nada más que para los medios brasileños. Tal vez la razón principal es que al país vecino la F3 le dió buen resultado: a través de ella promovió a Helio Castroneves, Ricardo Zonta, Christian Fittipaldi, Oswaldo Negri, Ricardo Sperafico, y hasta Rubens Barrichello participó en la misma en algunas carreras. Para Argentina la F3 no significó tanto. Fernando Croceri, Gabriel Furlán y Juan Carlos Giachino fueron campeones, y apenas los dos primeros pudieron correr un par de fechas en Fórmula 3000 Internacional., merced a esfuerzos particulares que terminaban pronto. Aquella F2 Codasur podía ser útil tanto para promover pilotos como para que veteranos de experiencia tengan una alternativa monopostista donde correr, y eso atraía al público local. La F3 se convirtió en una escala obligada en el sueño de F1, por lo que los pilotos rotaban año tras año, y los veteranos no tenían el lugar de antes. Además, los chasis importados batían a los excelsos Berta, por lo que la nueva propuesta dejó de interesar al aficionado argentino, que se volcó masivamente al TC, al TC2000 y al Club Argentino de Pilotos. Pero esto es harina de otro costal. El tema es que en 1985 la dirigencia de la F2 recibió la propuesta, y aceptó el desafío. Para recibir el aval de la FIA debía mostrar que podía organizar un certamen continental, y así comenzaron a planificarse carreras muy especiales, en trazados semipermanentes o en rincones de América jamás visitados antes. Puntualmente, hubo cuatro reuniones destacables y que mostraron al mundo lo que significaba la Fórmula 2 Codasur. Mar del Plata 1984, Buenos Aires 1985, Colonia y Colombia 1986. He aquí el repaso de cada una, a mi criterio las más salientes, aunque vale mencionar que también se transitaron callejeros en Puerto Iguazu (Misiones)y Punta del Este (Uruguay), además de los circuitos de Las Vizcachas (Chile), El Pinar (Uruguay), Interlagos, Río de Janeiro y Goiania (Brasil)
Diciembre de 1984. La F2 cerraba su segundo año como Codasur en las calles de Mar del Plata, en un pintoresco y riesgoso trazado. Giaccchino, Guillermo Kissling, Alberto Scarazzini, Luis Rubén Di Palma, Guillermo Maldonado, Leonel Friedrich, Cesar Pegoraro, Fernando Croceri, Ricardo Rissati, Enrique Benamo, el uruguayo Eigon Einoder. Se recorría el Torreón del Monje, la costanera y una de las avenidas principales, que desembocaba en la costa. La chicana de la recta principal y la entrada a boxes eran de riesgo, y se fueron modificando a medida que transcurría la actividad, pero nada sucedió y el examen fue aprobado. Mediados del ’85. Buenos Aires. Multitudinaria convocatoria de la F2 en el “Coliseo” porteño. Gana Gustavo Sommi, y el autódromo se viste de fiesta como en sus épocas de F1, según las crónicas periodísticas de la época. Ni el TC ni ninguna categoría de autos de turismo convocaba en aquel entonces 50 mil personas, pero los monopostos lo hicieron en una gran demostración de que la divisonal era la más importante de América. Ya en 1986, en Agosto, la categoria se presentó en el autódromo de Tocancipa, Colombia, un verdadero avance en pos de la integración sudamericana tan deseada. Guillermo Kissling ganó un carrerón en el que peleó palmo a palmo con Maldonado, superándolo al final. El Berta-Renault del hoy director deportivo del JP Racing de TC imitaba al Lotus 79 de F1: la publicidad de John Player Special y el color negro predominante le daban al auto una “facha” increíble. Fue la séptima reunión puntable del torneo ’86, a 2600 metros sobre el nivel del mar, con 21 autos en pista y 10000 personas en las graderías. Corrió el crédito local Jorge Cortés, y Juan Cochesa estrenó en pista el Dallara-Alfa Romeo, auto que sería el ícono de la nueva etapa. Otro hito importantísimo, y la condición de categoría continental que maduraba cada vez más. Diciembre del mismo año. La cita es en Colonia del Sacramento, Uruguay, en un hermoso escenario callejero denominado “Real de San Carlos”. 20 autos y 9000 personas. Victoria de Néstor Gurini, seguido de Kissling y Miguel Angel Guerra. En esa fecha se anunció que Giampaolo Dallara y Oreste Pedrazzani brindarían próximamente una conferencia de prensa, anunciando la representacion de Gustavo Sommi de los chasis Dallara en la naciente Fórmula 3. Luego de eso, el auto rodaría por primera vez en Estancia Chica, de la mano de Gurini. Finalmente, el 26 de Abril de 1987 nació la F3 Sudamericana en Cascavel, Brasil, con triunfo del “Gaucho” Leonel Friedrich. El paso estaba dado. Nacía una gran categoría, pero a la vez moría una enorme, autora de varias páginas de gloria y que era causal de que a la afición fierrera argentina le gustasen los monopostos, algo que nunca más sucedió en nuestro pais.

Por las calles de Mar del Plata, con el Mar Argentino de fondo

Néstor Gurini circulando por las calles de Colonia, en UruguayWilly Kissling, victorioso en ColombiaEl mismo Kissling en los boxes de Cascavel, el día de la primera prueba de la F3 Sudamericana

El primer Dallara 386 Alfa Romeo, en manos de Gustavo Sommi.

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