domingo, 12 de abril de 2020

LAS CARRERAS CLAVE DEL TC - PARTE 3

Campeonatos 1968, 1969, 1970 y 1971
No conforme con la transicion y revolucion que significaban los nuevos modelos en el TC, la categoria tambien debio afrontar un aluvion de nuevos desarrollos, ideas y experimentaciones por parte de los tecnicos, quienes respaldados por un reglamento con muchas libertades, trabajaban a destajo aprovechando al maximo el mismo, lo que derivo en vehiculos que dejaron de parecerse a los de serie, y terminaron dandole vida a una nueva divisional. El puntapie inicial lo dio, en 1967, Ford con el prototipo F100, diseñado por Horacio Steven para la fabrica del ovalo azul, con el fin de darle pelea los Torino, imposibles de batir con el Falcon. El auto, esteticamente hermoso, fue una trampa mortal: en su debut en Buenos Aires, Oscar Cabalen gano la primera serie, pero en la final se despisto en Salotto y volco, falleciendo el copiloto Pepito Gimenez y sufriendo heridas de consideracion Atilio Viale del Carril. A los pocos dias, se designo a Oscar Cabalen como piloto, y se programo un ensayo en San Nicolas. En el famoso circuito de la siderurgia, el prototipo despisto y se incendio, falleciendo ambos ocupantes. El proyecto fue archivado sin dudarlo, y Ford siguio en competencia con los Falcon angostados. Al año siguiente, 1968, Carlos Pairetti convencio a Steven de reflotar el proyecto, haciendo modificaciones en el auto y colocandole un motor Chevrolet 250. Asi, el arrecifeño fue campeon de la categoria doblegando a las Liebres II de Berta y Pronello, que a priori parecian no tener oposicion alguna. El "Fast-Chevrolet", como se lo conocio al principio, posteriormente bautizado como "Trueno Naranja" por su color predominante, mas las Liebres de IKA, derivaron en un aluvion de vehiculos extraños, cuya base eran los originales pero nada se parecian a ellos. En 1969 nacio la categoria Sport Prototipo, para nuclear a estas unidades. Pero el TC tambien queria tenerlas bajo su ala, y asi tener un torneo en rutas y otro en autodromos: de ahi el nacimiento de la "Formula B", reservada para la pista y estos autos Sport. La Formula B tuvo a Eduardo Copello (Lievre III) campeon en 1970, mientras que Luis Di Palma hizo lo propio en la "Formula A" con Torino. Para 1971, el TC decidio volver a ser TC. El SP siguo su camino, que no fue muy largo (en 1973 desaparecio, ante los altisimos costos), y la mas popular del pais se centro en lo suyo: la ruta, la montaña, el auto original. De ese modo, recupero el interes de su publico, como tambien de varios pilotos que habian perdido chances con sus autos de TC, ante los SP que dominaron esos 3 torneos. 17 carreras, 4 marcas tradicionales (todas lograron ganar en ese 71), y los cimientos de la categoria que, luego de esa "epoca de locura", nunca mas se vieron debilitados o modificados. Di Palma repitio la corona en 1971, y fue el ultimo halago para Torino, marca que sin dudas fue retrasada adrede, para que el dominio sobre el resto no fuera eterno.
 LIEBRE III, CAMPEON FORMULA B 1970
 LIEBRE II, UNA DE LAS SEMILLAS DE LA NUEVA CATEGORIA
 1971, TODO VUELVE A LA NORMALIDAD PARA EL TC
STEVEN Y PAIRETTI LE DIERON GLORIA A UN AUTO QUE NACIO TRAGICO

Campeonato 1978
Curiosamente 10 años despues del nacimiento del SP a traves del TC, otra vez la categoria le dio vida a otra especialidad, aun existente en nuestros dias y con paginas gloriosas escritas en sus 40 años de vida: el TC2000. Y ese nacimiento se dio a traves de un vehiculo que poco tenia que ver con los autos de TC, pero que supo mostrarles las garras en pista.
El Dodge 1500 se incorporó al TC a inicios del 78, en un torneo nocturno para no ganadores desarrollado en el mes de Febrero que se disputó durante tres sábados seguidos, siempre en el autódromo de Buenos Aires. José Miguel Pontoriero se presentó con el “milqui”, que era mirado con recelo y subestimado por los habituales protagonistas de la categoría, pero mucho no duraron estas apreciaciones: El “Tero” punteó la primera carrera y se despistó a poco del final. La prueba se disputó con piso mojado, y en ese item se buscó la explicación al “fenómeno”, aduciendo que el bajo peso de la unidad había calzado muy bien bajo esa condición de piso. Antonio Aventín, bajo el seudónimo "Tony Pedre", se quedó con la contienda sobre su Dodge GTX. En la fecha 2, el 1500 confirmó, con piso seco, que era un auto a temer. Pontoriero ganó con autoridad, haciendo gala de las bondades del auto y dejando boquiabiertos a los teceístas. Claro, nuevas excusas surgieron, y eran más valederas que las esgrimidas anteriormente. El certamen era para pilotos que aún no sabían lo que era ganar, sin la presencia de los más encumbrados del momento y, sobre todo, sin los Falcon oficiales. Marcos Loiocco venció en el cierre del mini-campeonato, y todo parecía volver a su curso normal en el TC, pero…
El 5 de Marzo Traverso se impuso en Tandil, iniciando su marcha hacia el bicampeonato. Una fecha después, y en medio de la polemica que termino con la autofiscalizacion del TC, la cita era en Mendoza. Ahí, nuevamente presencia de un Dodge 1500, ahora en manos del experiente Carlos Pairetti… “Il Matto” no perdonó: triunfazo en una fecha extraña, con pocos autos y sin los parametros de la categoria, pero reconfirmando cuál podría ser el destino de la especialidad a corto plazo: una jauría de autos de menor cilindrada, que sin dudas se llevarían la mayor cantidad de carreras en autódromos. Así, previendo una convivencia que no se vislumbraba sana para un TC que ya tenía varias cuestiones, se prohibio la participacion de autos de 4 cilindros, y la fiscalizadora creo una divisional para ese tipo de vehículos. En 1979, y con un Torneo Presentación que ganó Osvaldo “Cocho” López a bordo de un Peugeot 504, comenzó a escribir su historia el TC2000.
 PAIRETTI, GANADOR EN MENDOZA 1978
PONTORIERO SORPRENDIO EN EL NOCTURNO

20 de Mayo de 1979
Primera fecha del Turismo Carretera con la autofiscalizacion, en el autodromo de Buenos Aires y con la disputa del Premio ACTC, quedando la carrera en poder de Héctor Luis Gradassi, piloto oficial Ford. Luego, dos victorias seguidas del temible equipo de fábrica de la marca del óvalo, en 9 de Julio y Buenos Aires y a manos de Esteban Fernandino, generan malestar en el seno de la categoría. Las voces se alzaron contra el dominio apabullante de los Ford alistados por José Miguel Herceg, por lo que en la siguiente reunión, en Coronel Pringles, las tapas de cilindros de los autos de Gradasi y el “Chango” son denunciadas, comprobándose anomalías en ellas y siendo ambos desclasificados. El vencedor resulta Francisco Espinosa, con Chevrolet.
Se corre en Olavarría y vence Oscar Aventín con Dodge, luego la visita es a 9 de Julio y allí Fernandino se alza con su tercer triunfo. Hay nuevamente molestia y denuncia, pero la misma se realiza fuera de término por lo que todo queda igual. En La Pampa “vuela” Juan Occhionero para ganar a más de 230 km/h de promedio, aplacándose un poco los ánimos del TC. Empero, en Tandil vuelven las denuncias, y los Falcon de Gradassi y Fernandino son desarmados íntegramente, analizándose sus piezas minuciosamente y hasta con exámenes metalográficos. Así logró comprobarse una serie de anomalías graves en los block de motor y tapas de cilindro de los impulsores, quedando automáticamente excluídos los autos y hasta fuera del campeonato por decisión de Ford, que ya no tenia el apoyo del ACA y CADAD para correr fuera de reglamento.
El campeon fue Francisco Espinosa, primero con el modelo Chevy de la marca del moño.
 LARGADA DE LA PRIMERA CARRERA FISCALIZADA POR LA ACTC

FRANCISCO ESPINOSA, PRIMER CAMPEON CON CHEVY

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