lunes, 23 de marzo de 2009

De Gallegos y Tiffosis

Osvaldo Abel “Cocho” López y otro Osvaldo, el que solía preparar autos y motores de competición en la calle Tres Arroyos del barrio de Flores, decidieron poner fin a su campaña con Renault en TC2000 luego del polémico ejercicio 1988. Sin apoyo oficial, la Fuego roja era duro rival para las dos cupé “de fábrica”, conducidas por Juan María Traverso y Miguel Angel Guerra bajo el ala técnica del “Mago” Oreste Berta, lo que no caía bien en las huestes galas…Y, para sustentar ese malestar, las peleas entre “Cocho” y el ramallense en pista y medios fortalecía la postura de Renault de no apoyar al team privado, a la misma medida que aceleraba los trámites de López y su preparador para buscar nuevos horizontes.
Así, y luego de negarse en la parte final del 88 a colaborar para que Traverso se imponga en el certamen sobre Guillermo Maldonado y su sorprendentemente eficaz VW 1500 (el modelo no vencía desde la primera fecha del 86 con Di Palma, y “Yoyo” dos años después, cuando el auto era aún mas vetusto, venció en 4 ocasiones), la dupla encaró un nuevo proyecto, muy ambicioso por cierto: insertar a Fiat en el Turismo Competición. La marca había tenido presencia en los primeros torneos sin resultados ni trascendencia, pero a sabiendas de la popularidad de la misma entre los argentinos y su rica historia en el Turismo Nacional, tanto a la fábrica como al equipo les entusiasmó sobremanera el ingreso al TC2000 con el modelo Regatta, que ya sabía de glorias en rally y esporádicamente en TN.
En 1989, con el torneo ya iniciado, el Fiat debutó en la creciente divisional, sumándose así a los equipos oficiales Renault, Ford y VW. El auto, de 1800 cm3 de cilindrada y 100 kg menos de peso, tal la reglamentación vigente, tenía como todos los modelos pros y contras. Entre los primeros, sobresalía un buen motor y chasis, mientras que en relación a sus puntos flojos aparecía la aerodinamia como el más saliente. Con López al volante, los motores del “Gordo” y Gustavo Donadío en el chasis (el Canapino de los 90, hoy alejado de la actividad), el Regatta no tradó en sobresalir: fue 2º en Mendoza, en su tercera presentación, y mostró que iba por más… Ese año, Guerra se alzó con el título. Otra vez Renault, que ya dominaba a voluntad la especialidad..
1990 empezó bien para la marca italiana: “Cocho” ganó en Mar del Plata, fue 2º en Bs As y 3º en Rio IV, con lo que comandaba el torneo. Empero, el rendimiento se perdió, y a eso se sumó un fortísimo golpe en Tucumán, despareciendo el auto de la lucha por la punta en algunas fechas y pasándole la posta del campeonato a Traversa, resultando eso clave en el epílogo del año. Cuando se retomó el rumbo, el Fiat fue una aplanadora: hizo la pole en Rafaela, templo velocista por excelencia dominado por los autos de 2000 cm3, léase Sierra XR4 y Fuego, y ganó en Bs As, Allen, Paraná y Balcarce. 5 victorias, auto y piloto más ganadores del año y subcampeones, aunque quedó flotando la sensación que el “Regatta Vencedor”, uno de sus motes (el otro era “Tiburón, por el diseño de su trompa) había sido el mejor auto del año, más allá que los puntos cosechados dijeran otra cosa.
En 1991, la categoría cambió el proveedor de neumáticos (era Fate) y la performance no pudo repetirse. Cero victoria y magro rendimiento, motivado en parte también por el terrible accidente de “Cocho” en TC, en Balcarce, que lo alejó de las pistas y, según algunos, le impidió durante ese año volver a ser el mismo piloto, fueron los síntomas de la despedida del team oficial Sevel, que en el 91 había sumado a Carlos Garro y Hugo Olmi respectivamente sobre el segundo Regatta. Intrascendente despedida para un paso importante y que hizo historia en el TC2000.
Fiat no obtuvo más halagos en TC2000, más allá de los intentos con los modelos Tempra, Marea y Stillo, además de la participación particular del Regatta en manos de Silvio Oltra. “Cocho”, por su parte, tampoco visitó más el primer escalón del podio. En la calle Tres Arroyos no se festejaron más triunfos en la categoría. La dupla italo-española había, sin saberlo , marcado el final de tres campañas importantes en especialidad
*: Hay gente que, por las dudas, prefiero no mencionar

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