Fin de temporada 1987 para el TC2000. Gran torneo, coronación sorpresiva de Silvio Oltra, alto duelo entre las cupe Fuego de Renault y Sierra de Ford. Dentro de ese marco, una participación silenciosa y destinada a repetirse con mejores resultados en 1988: la de Guillermo Maldonado con un prolijo VW 1500 azul y blanco, número 52 y con la publicidad de la empresa de pinturas que lo patrocinaba en Fórmula 2 Codasur. Con parciales interesantes pero ninguna actuación que invite a pensar que ese auto, ya desactualizado y con un último éxito que databa de dos años atrás en Balcarce, de la mano de Luis Di Palma y rodeado de polémicas, sería el gran protagonista del nuevo ejercicio.
La categoría empezó el 88 en Mar del Plata, por la misma senda que había terminado su antecesor. Oltra le ganó a “Cocho” López en el último giro, luego de una carrera cambiante en todo su trámite. El “milqui”, ahora con nueva decoración “by” el artista plástico Rogelio Polesello, deslumbraba por su belleza y ya rendía mejor: fue 4º en el debut, auspicioso trabajo por tratarse de un auto que poco tenía que ver con el Ford Sierra y el Renault Fuego, los parámetros de la época y vehículos “top” de esos años. La colorida “mariposa” de Maldonado ya quería “volar”…
Pasaron algunas fechas en las que el potencial del auto quedó plasmado pero sin poder alcanzar la victoria, hasta que el 8 de Mayo, en Mendoza, “Yoyo” llevó al VW al triunfo luego de otro carrerón del TC2000. Y el 24 del mismo mes, en Pigué, el segundo hito colocó al vetusto producto entre los mejores del certamen. El duelo entre David y Goliat estaba planteado: Traverso, Oltra, López y Guerra con Renault, Maldonado con VW. Los Ford poco pudieron hacer ese año, complicados con la tracción de las XR4, por lo que la marca del óvalo quedaba afuera de la desigual pelea. ¿Desigual? El 4 de setiembre, el TC2000 visitó el circuito de Rafaela, “templo de la velocidad” del automovilismo argentino. Ningún escenario era más propicio que ese para un paseo rápido de las GTX, que tenían un motor que literalmente asustaba. Empero, el ganador fue….el VW 1500. “Yoyo” batió a las cupés francesas donde éstas eran favoritas, y quedó en inmejorable posición en la tabla anual. Claro que Traverso tenía a un coequiper (Guerra) y a algunos pilotos más (Oltra, por ejemplo) que deberían trabajar para el en pista. Maldonado era un guerrero solitario. Promediando la temporada se sumó otro 1500, conducido por Daniel Difalcis (hoy piloto de la Copa Megane) y con “fierros” salidos de 9 de Julio, aunque sin siquiera arrimarse tenuemente a la performance del del múltiple campeón de monopostos.
El 25 de setiembre, 15 días después de su “lección” en Rafaela, el “milqui” se llevó la contienda en Allen, y ya era cosa seria en función de la corona. Sin saberlo, Maldonado había logrado en Río Negro la que sería la victoria número 35 y última del simpático modelo, y también la cuarta y última de su campaña de ese año. En el sprint final del certamen, el VW no rindió igual y el campeón fue el de Ramallo, seguido por el nuevejuliense a 26 puntos. 155 a 129. “Yoyo” podría haber aprovechado muy bien la fecha final, en la que el equipo Renault no presentó los autos por estar en desacuerdo con algunas sanciones técnicas recibidas. Quizá, de haber llegado Maldonado con chances, dejaban las quejas para otro momento…Tal vez, se sabía de antemano que el 1500, auto que ya no se fabricaba y de hecho tenía un noble sucesor, el Gacel, no podía ser campeón…En definitiva, con 4 victorias, 5 récord de vuelta, 0 pole position y el subcampeonato se terminó la vida del 1500 de Guillermo Maldonado. Un auto que hoy descansa en el Museo Juan Manuel Fangio de Balcarce, luego de librar duras y desparejas batallas que, sin embargo, pudo afrontar y salir victoriosos de varias.
“Yoyo”, por su parte, participó con muchos modelos de la marca que siempre representó, y en definitiva fue campeón en 1994 con VW Gol. Pocos años después, y luego de concretar la difícil tarea de hacer ganar un Pointer, el exitoso piloto-preparador se retiró de la actividad. Una campaña intachable, llena de gloria, títulos y de hombría de bien, aunque con un año que nadie podría olvidar jamás: el de 1988, cuando con la “mariposa technicolor” se ppantó ante los poderosos y los hizo preocupar bastante…
lunes, 23 de marzo de 2009
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Gracias pro este excelente y merecido recuerdo. Un abrazo. Franco Dotti
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