miércoles, 11 de marzo de 2009

La primera dama

En 1999, el autódromo cordobés de Río IV fue escenario de una victoria que al mismo momento de concretarse se ganó un lugar en la historia grande del automovilismo nacional e internacional. Es que aquella jornada fría del mes de Junio fue propicia para la primera victoria de una mujer en una categoría argentina, algo que sólo tenía antecedentes en el viejo continente con las faenas de Michele Mouton en el Rally y Ellen Lohr en el Turismo Alemán. Ianina Zanazzi, de 17 años, se anotó en esa selecta lista luego de una gran victoria en la Fórmula Súper Renault, categoría por excelencia en cuanto a monoplazas de la escena local y la de mayores promedios en cada circuito que visitaba.
Iniciada en karting en 1996, Ianina se volcó prontamente a las especialidades reservadas para mujeres, como la Fórmula Hyundai Femenina o la Copa de Damas, pero no tardó en darse cuenta que lo suyo eran los monoplazas y emigró a la Fórmula Honda, posteriormente a la Renault Argentina, recalando en la versión Súper en 1999. Siempre protagonista, la bella joven mostró sus condiciones en cada divisional en la que le tocó participar, pero fue en la más potente y respetada donde alcanzó su objetivo máximo: ganar.
Después de un podio en La Plata, algo que ya era histórico, Ianina fue a Río IV con motivación extra. Su Ralt-Renault funcionó a la perfección durante todo el fin de semana, siendo 4º en clasificación detrás de Pablo Soto, Mariano Bainotti y Cristian Kissling. Curiosamente, tres de ellos ya no corren en ninguna categoría a pesar de ser aún muy jóvenes. Solo Soto continuó su campaña, y hoy participa en el TC. Ianina también se retiró prematuramente, y bien podría haberlo hecho luego de la hazaña de Río IV: batalló desde la largada con quienes la precedían, quedó en punta luego del abandono de Soto, y soportó la presión de Ezequiel Toia en el último giro para cruzar antes que nadie la meta. Lo que no habían podido lograr María Hancick (TN), Marisa Panagópulo (TC) Y Delfina Frers (TC2000), solo por nombrar las que supieron destacarse en categorías top, lo obtuvo Zanazzi una fría mañana de Junio, para marcar a fuego la historia del automovilismo deportivo argentino.
Con el correr de los años, la presencia femenina en las pistas mermó considerablemente. Hoy día, lejos está alguna señorita de emular lo hecho por aquellas valientes que se le animaron (y con éxito) a sus colegas masculinos para imponer presencia.

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